El psicólogo
La diabetes, es una de las enfermedades crónicas que más requiere la colaboración de la Psicología, tanto para contribuir a la adaptación de la persona al tratamiento como para favorecer una evolución más adecuada. Es además una de las enfermedades que requiere de la colaboración de la persona tanto para que aprenda a gestionar el tratamiento como para que aprenda qué pautas ha de llevar a cabo, para prevenir determinadas situaciones. Esta adherencia al tratamiento depende, en gran medida, de la motivación que la persona sienta para llevar a cabo esta gestión de la enfermedad.
Muchas veces la motivación del individuo para cuidarse y gestionar bien la enfermedad depende del grado de aceptación que tenga de la dolencia y de su estado de ánimo. En la diabetes tipo 1, se ha podido constatar que la prevalencia de depresión entre la población joven no es mayor que en la población general pero cuando el control glucémico empeora, la probabilidad de padecer un estado depresivo es mayor y cuando aparece un trastorno depresivo, el control empeora. En la diabetes tipo 2, los pacientes con diabetes y depresión acostumbran a presentar un bajo cumplimiento terapéutico.
Estos hechos comprueban la necesidad de abordar la diabetes también desde el enfoque psicológico no sólo dando apoyo emocional sino también interviniendo en los factores emocionales que dificultan la mejora del tratamiento.
Gemma Peralta (Psicóloga Clínica y profesora de la Universidad de Barcelona)
